La voz de la soprano Haydée Dabusti está de regreso a Paraná, y se sumará a los festejos por los 78 años de la Asociación Verdiana. En la mañana de Radio Corazón dialogó con nosotros, y aseguró que “las artes son dones de Dios y hay que agradecerlos diariamente”.
Haydée Dabusti es una artista con una trayectoria colmada de éxitos sobre los escenarios de Argentina y Europa. Se presentará en los festejos por los 78 años de la Asociación Verdiana, junto al bajo Claudio Rotella y a la mezzosoprano Mariela Barzola, el próximo jueves a las 21 en el Teatro Municipal 3 de Febrero. Estuvo presente en la mañana de Radio Corazón e hizo referencia a su historia dentro de la música lírica. “Empecé en un coro de niños. Me casé muy joven a los 19 y enviudé a los 24. Mi caso es muy particular porque pasé 16 años sin cantar. Ni una sola nota. Nada. A los cinco años conocí a mi segundo esposo y él me impulso para que retome. Tardó pero lo logró. En ese ínterin me dedique a armar jardines, a las artes marciales. Luego de 16 años, retomé la carrera”. “Me llevó un año entrenar el cuerpo, y estuve otro año recordando los ejercicios de canto de mi única maestra Teresa Serantes. Todo un año repasé esas vocalizaciones. Luego de dos años de entrenamiento, me hice escuchar y me dijeron que la voz estaba intacta”, compartió Haydée. Una vez que se acercó nuevamente a la música lírica, no se alejó jamás. “Este año cumplo 17 años de carrera ininterrumpida. Cuando murió mi esposo, sentía que la carrera se había truncado. Era como que el arte ya no era más para mí. Pero estaba adentro mío. Cuando retomé descubrí que mi voz estaba intacta. Empecé cantando en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. El Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, me anunciaba los conciertos”. Haydee también hizo referencia a su relación con el Papa Francisco. “En 2013 me llamaron para debutar en Roma. El Cardenal Bergoglio había sido elegido como Papa. Entonces pedí una audiencia, me la concedieron y cuando me vio no lo podía creer. Yo no podía creer que él venía caminando con los zapatos que usaba en Buenos Aires, y él no podía creer que yo esté allá cantando. Me ayudó mucho en mi carrera. No sólo él sino también Monseñor Karcher. Ellos me alentaron porque consideraron que era un ejemplo para la juventud. Si yo pude retomar, pueden todos. Ellos me apuntalaron. Soy viuda sin hijos. No puedo ser madre naturalmente. Cuando se lo conté a Monseñor Karcher él me dijo que Dios me había dado un semillero para guiar, que son mis alumnos”. Respecto a la música lírica en Argentina aseguró que “hay mucha actividad. Debería haber más posibilidad para los cantantes argentinos. Hay muchos discriminados en el Teatro Colón porque no se hacen audiciones. Se eligen a dedo, por amiguismo. Las autoridades de la ciudad de Buenos Aires deberían revisar a la persona que está en Dirección de Estudios Musicales. Cantan los amigos de esa persona”. Finalmente estableció que hay que “agradecerle a Dios el don que nos da. Las artes en general son dones de Dios. Es un don que hay que entrenarlo, pero también ofrecerlo y agradecerlo diariamente. El aplauso es lindo, pero poder brindar el don es la mayor satisfacción”. + info Los comentarios están cerrados.
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HAYDÉE DABUSTI
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